Período de extraordinaria brillantez en todos los sentidos. La azulejería valenciana no tiene rival en España y su riqueza cromática no tiene parangón en Europa.
La irrupción de la rocalla inicia el período del Rococó a mediados del siglo XVIII, haciendo patente una moda generalizada en toda Europa. La azulejería se nutre de repertorios textiles y grabados principalmente, motivando que de la azulejería seriada valenciana sea la de más calidad a nivel europeo.
Los principales grupos decorativos de la azulejería seriada los podemos agrupar en: rocallas; bandas diagonales; bordes decorados; cenefas de tallos curvos; cintas cenefas festoneadas; rameados.
Con el Rococó las grandes composiciones paviméntales se realizan ex profeso, los paneles devocionales resultan impecables, las contrahuellas adquieren cualidades sorprendentes y como novedad aparecen los diseños para cocinas, sin parangón en la azulejería europea.