Comentarios: El cambio sustancial respecto a la cocción se produce en las primeras decadas del siglo XX cuando se separa la cocción del bizcochado de la del producto decorado con la introducción del horno de pasajes para esta última finalidad, estableciéndose con ello la bicocción tradicional. El horno de pasajes o tubulares recoge el principio de los hornos tunel en el cual las piezas pasan por encima del fuego. Su introducción en España puede situarse a hacia mediados de la década de 1920. En 1925 se instala el primer horno de pasajes en la fábrica de F. Diago en Castellón en 1930 en la fábrica de y E. Dominguez en Manises y en la de Segarra de Onda. En 1935 el ceramista J.B. Alós describre los hornos de pasajes. “Estos hornos son de forma rectangular, su base mide de 9 a 10 metros de largo por la altura y ancho conveniente, según el número de pasajes; dichos pasajes consisten en una serie de aberturas rectangulares superpuestas, por las que holgadamente puede pasar un azulejo en sentido horizontal, que atraviesan el horno en toda su longitud. La zona de fuego radica en el centro. La alimentación puede ser a carbón, por medio de un gasógeno adosado al horno, con conductos que lleven el calor alrededor de los pasajes, o por corriente eléctrica combinada con los mismos. En la parte alta existen unos tubos para la recuperación de gases. Los pasajes, construidos con piezas especiales de material refractario, quedan perfectamente cerrrados, para que las llamas no penetren en su interior. Los azulejos barnizados se introducen horizontalmente por la parte de entrada, uno en cada abertura; cada seis u ocho minutos se coloca un nuevo azulejo en cada departamento, empujando o arrastrando a los primeros hacia la parte opuesta, y así sucesivamente van avanzando aumentadno gradualmente de calorias hasta llegar al punto máximo, donde constantemente debe mantenerse la misma temperatura; y enfriándose a medida que que se alejan de la zona de fuego y acercándose a la parte de salida; donde son retirados, cada seis u ocho minutos, tantos azulejos como pasajes tiene el horno, o sea, la misma cantidad que se introduce por la parte de entrada” La única innovación posterior de estos hornos, a parte de los cambios en lo que se refiere al sistema de alimentación, sera el realizar eléctricamente la acción de empuje, permitiendo un movimiento entero de cada uno de las columnas o pasajes y la incorporación cintas transportadoras.