Como todos podremos apreciar en la exposición y se explica en el catálogo, este homenaje es sobradamente merecido por la calidad técnica y estética de su trabajo y también por la faceta más humana del autor, donde la sencillez es la característica más destacada.
Pero no se trata de un hecho aislado, todo lo contrario, forman parte de un programa riguroso de exhibiciones temporales alrededor de nuestros ceramistas que presenta tres finalidades fundamentales. La primera, honrar y reconocer el trabajo de unos conciudadanos que han dedicado parte de su vida o la vida completa a la cerámica artística evocando su recuerdo. La segunda, recuperar información básica sobre la figura y la obra de los ceramistas objeto de las exposiciones. En el momento presente podemos conocer de primera mano la forma de trabajar, la técnica empleada, las fuentes artísticas de las que beben, así como hacer averiguaciones entre familiares, amigos, clientes o admiradores; y es posible indagar sobre su legado artístico iniciando una investigación razonada de sus obras. Y en tercer lugar, deleitar al público con estas muestras y estimular la conservación de un estilo de pintar cerámica y de creación artística, para que ésta haga de aliciente para todos y, en especial, a las futuras generaciones.
La muestra y el catálogo, que corresponde al núm. 5 de la Colección Nuestros Ceramistas del Museo del Azulejo «Manolo Safont», han sido posibles gracias al apoyo del Ayuntamiento y la colaboración y entusiasmo de familiares y amigos de Vicente Insa, que gustosamente han cedido sus obras para este emotivo evento.